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lunes, 9 de julio de 2012
Cómo saber si un niño se desarrolla bien
por
¿Conoce todas las formas en las que puede medir el crecimiento de su hijo? Lo primero que pensamos es en la estatura y el peso, pero desde el nacimiento hasta los 5 años de edad, su hijo debe alcanzar ciertos indicadores en relación con la forma en que juega, aprende, habla y actúa. Un retraso en cualquiera de estas áreas podría ser señal de un problema de desarrollo, incluso de autismo. La buena noticia es que mientras más pronto se identifique el retraso, más podrá hacer para ayudar a su hijo a alcanzar su máximo potencial.
Ciertas destrezas como dar el primer paso, sonreír por primera vez y mover la mano para decir adiós se denominan indicadores del desarrollo. Cada niño alcanza estos indicadores importantes en áreas como el juego, el aprendizaje, el habla, la conducta y el movimiento (gatear, caminar etc.).
Un retraso en el desarrollo ocurre cuando su hijo no alcanza estos indicadores importantes más o menos al mismo tiempo que otros niños de su misma edad. Si su hijo no se está desarrollando debidamente hay algunas cosas que puede hacer para ayudarlo. La mayoría de las veces, un problema del desarrollo no es algo que su hijo puede superar por sí solo. Pero con ayuda, podrá alcanzar su máximo potencial en la vida.
Aprenda los signos
Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo, de manera que es imposible predecir con exactitud cuándo aprenderá una destreza en particular. Los indicadores importantes en el desarrollo, que hay a continuación, le darán una idea general de los cambios que puede esperar, pero no se alarme si el desarrollo de su bebé toma un rumbo algo diferente.
• 1 a 6 meses
• 7 a 12 meses
• 13 a 18 meses
• 19 a 24 meses
• 25 a 30 meses
• 31 a 36 meses
• 4 años (48 meses)
• 5 años (60 meses)
¿Por qué es importante el análisis del desarrollo?
Cuando no se reconoce desde el principio un retraso en el desarrollo, a los niños les toca esperar para recibir la ayuda que necesitan. Por ello puede resultarles difícil aprender cuando comienzan a ir a la escuela.
En los Estados Unidos, el 17% de los niños presenta discapacidades en el desarrollo o la conducta tales como: autismo, discapacidad intelectual (también conocida como retraso mental) o trastorno del déficit de la atención con hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés). Además, muchos niños presentan retraso en el lenguaje y otras áreas. Sin embargo, menos de la mitad de los niños con problemas son identificados antes de entrar a la escuela. Durante este tiempo, los niños podrían haber recibido la ayuda necesaria que les permitiría prepararse mejor para el ingreso a la escuela.
Pruebas de detección de deficiencias del desarrollo específicas para el trastorno del espectro autista
La detección de los trastornos del espectro autista es una forma de mejorar la identificación temprana de los niños que necesitan que se les haga una evaluación más profunda. La intervención temprana puede ser fundamental para prevenir una serie de problemas que pueden afectar el funcionamiento más adelante en la vida.
A todos los niños se les debe hacer pruebas de detección de trastornos del espectro autista durante las consultas de rutina de los 18, 24 y 30 meses de edad. Pueden necesitarse pruebas adicionales si el niño corre un riesgo mayor de sufrir un trastorno del espectro autista (tiene un hermano o un padre con este trastorno) o si los síntomas lo ameritan.
¿Cómo puedo ayudar al desarrollo de mi hijo?
La nutrición, el ejercicio y el descanso adecuados son partes muy importantes en la salud y el desarrollo de los niños. Usted también puede tener una gran influencia en el desarrollo de su hijo si le brinda cariño, un hogar seguro y le dedica tiempo, ya sea jugando, cantando, leyendo o simplemente hablando.
Más información sobre los Trastornos del Espectro Autista
sábado, 20 de agosto de 2011
La adopción
Cómo y cuándo revelar la verdad a tu hijo
En la sociedad en la que vivimos cada vez es más común, y esta mejor visto, recurrir a la adopción de un niño cuando una pareja tiene problemas de fertilidad o simplemente, para ofrecer al menor la oportunidad disfrutar de una vida en familia. Por lo general este proceso se lleva a cabo cuando el niño está en sus primeros años de vida.
Con la llegada del nuevo miembro a la familia surgen las dudas en los padres adoptivos sobre cómo abordar la situación con su hijo por miedo a cómo pueda afectarle la revelación y sobre todo, por miedo al rechazo.
El mejor momento
Los psiquiatras recomiendan que sean los propios padres los encargados de informar al niño acerca de su origen para evitar que el enterarse por personas externas al seno familiar originase una fuerte desconfianza hacia los padres que marcaría la relación durante años. Además, tratando el tema con naturalidad se evita que el niño asocie su proceso de adopción con algo vergonzoso y malo.
familiaRespecto a la edad más adecuada para ello, los especialistas no se ponen de acuerdo en si lo mejor es hacerlo en edades tempranas o esperar a que el niño crezca. Lo que si consideran necesario es que la confesión se produzca antes de que el niño llegue a la temida etapa de la adolescencia.
Los que recomiendan que los padres conversen con el hijo sobre su origen en los primeros años de su vida, consideran que es la mejor forma para que el niño acepte e integre la idea de ser adoptado en su vida con total normalidad evitando posibles futuros problemas psicológicos. Por el contrario, hay quien considera que ese momento temprano puede provocar confusión en el niño al no entender el concepto de adopción, por lo que recomiendan esperar a que el niño sea más mayor.
El niño en la adolescencia
Es muy normal en adolescentes la necesidad de la búsqueda y lucha por la identidad, analizando cómo encajan en la sociedad (familia, amigos, compañeros...). Por ello, es más común de lo que creemos que el niño adoptado sienta una especial curiosidad por conocer cualquier información sobre sus padres biológicos que le ayude a saber quién es a través de su origen. No hay porqué alarmarse, esta búsqueda de información no es sinónimo de rechazo hacia los padres adoptivos. Es importante hacerle saber al niño que es un deseo natural y que no debe sentirse culpable por ello. Además, si se dispone de la información, lo más correcto es ofrecerle, con tacto y mediante una conversación dándole apoyo, la información sobre su familia natural.
Las consecuencias de la verdad
familiaEs muy difícil marcar unas reacciones comunes a todos los niños, según la edad y el grado de madurez reaccionarán de manera diferente.
Es importante hablar de la adopción con franqueza, respondiendo a todas las dudas que puedan surgir, presentándola como algo positivo en la familia. De este modo, evitaremos que el niño fantasee sobre su origen y rechace la idea de ser adoptado.
Cada caso es único, por ello, si fuera necesario, no hay que dudar en recurrir a un especialista. Puede ser de gran ayuda tanto en los casos en los que los padres no saben cómo hablar de la adopción con su hijo y buscan asesoramiento previo, como en aquellos en los que tras haber sido desvelada la verdad se quiere analizar las consecuencias que haya podido ocasionar en el seno familiar o si, por desgracia, la noticia no ha sido bien acogida por el niño.
En la sociedad en la que vivimos cada vez es más común, y esta mejor visto, recurrir a la adopción de un niño cuando una pareja tiene problemas de fertilidad o simplemente, para ofrecer al menor la oportunidad disfrutar de una vida en familia. Por lo general este proceso se lleva a cabo cuando el niño está en sus primeros años de vida.
Con la llegada del nuevo miembro a la familia surgen las dudas en los padres adoptivos sobre cómo abordar la situación con su hijo por miedo a cómo pueda afectarle la revelación y sobre todo, por miedo al rechazo.
El mejor momento
Los psiquiatras recomiendan que sean los propios padres los encargados de informar al niño acerca de su origen para evitar que el enterarse por personas externas al seno familiar originase una fuerte desconfianza hacia los padres que marcaría la relación durante años. Además, tratando el tema con naturalidad se evita que el niño asocie su proceso de adopción con algo vergonzoso y malo.
familiaRespecto a la edad más adecuada para ello, los especialistas no se ponen de acuerdo en si lo mejor es hacerlo en edades tempranas o esperar a que el niño crezca. Lo que si consideran necesario es que la confesión se produzca antes de que el niño llegue a la temida etapa de la adolescencia.
Los que recomiendan que los padres conversen con el hijo sobre su origen en los primeros años de su vida, consideran que es la mejor forma para que el niño acepte e integre la idea de ser adoptado en su vida con total normalidad evitando posibles futuros problemas psicológicos. Por el contrario, hay quien considera que ese momento temprano puede provocar confusión en el niño al no entender el concepto de adopción, por lo que recomiendan esperar a que el niño sea más mayor.
El niño en la adolescencia
Es muy normal en adolescentes la necesidad de la búsqueda y lucha por la identidad, analizando cómo encajan en la sociedad (familia, amigos, compañeros...). Por ello, es más común de lo que creemos que el niño adoptado sienta una especial curiosidad por conocer cualquier información sobre sus padres biológicos que le ayude a saber quién es a través de su origen. No hay porqué alarmarse, esta búsqueda de información no es sinónimo de rechazo hacia los padres adoptivos. Es importante hacerle saber al niño que es un deseo natural y que no debe sentirse culpable por ello. Además, si se dispone de la información, lo más correcto es ofrecerle, con tacto y mediante una conversación dándole apoyo, la información sobre su familia natural.
Las consecuencias de la verdad
familiaEs muy difícil marcar unas reacciones comunes a todos los niños, según la edad y el grado de madurez reaccionarán de manera diferente.
Es importante hablar de la adopción con franqueza, respondiendo a todas las dudas que puedan surgir, presentándola como algo positivo en la familia. De este modo, evitaremos que el niño fantasee sobre su origen y rechace la idea de ser adoptado.
Cada caso es único, por ello, si fuera necesario, no hay que dudar en recurrir a un especialista. Puede ser de gran ayuda tanto en los casos en los que los padres no saben cómo hablar de la adopción con su hijo y buscan asesoramiento previo, como en aquellos en los que tras haber sido desvelada la verdad se quiere analizar las consecuencias que haya podido ocasionar en el seno familiar o si, por desgracia, la noticia no ha sido bien acogida por el niño.
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