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domingo, 9 de agosto de 2015

Rosquillas de anís caseras


Rosquillas de anís caseras

Ingredientes:2 huevos

750 g aproximadamente de harina (la que admita)

200 g de azúcar

250 ml de leche

100 ml de aceite

1 sobre de levadura o polvo de hornear (16 g)

60 ml de anís

ralladura de un limón

una pizca de sal

aceite de girasol para freír

azúcar para rebozar



Preparación:

Cascar los huevos en un bol y añade el azúcar. Bate hasta blanquearlos y verás que han aumentado de volumen. Añade una pizca de sal, el aceite, la leche, el anís y la ralladura del limón. Bate bien de nuevo. Mezcla la miad de la harina con la levadura o polvo de hornear y tamiza encima del bol. Bate bien y añade poco a poco harina hasta que la masa se espese.

Rosquillas de anís caseras
Elaboración de la masaEspolvorea la superficie de trabajo con harina, vierte la masa y trabájala hasta que tenga la consistencia deseada (la cantidad total de harina es orientativa y se incorpora la que admita, hasta que puedas modelar la masa con las manos). Tapa con un paño y deja reposar unos diez minutos para que sea más manejable.



Transcurridos los diez minutos, con las manos enharinadas, toma una porciones de masa del tamaño de una nuez  y modela churritos frotándola entre tus manos. Junta las puntas con un poco de presión y fríe las rosquillas en abundante aceite de girasol en una sartén. Si fuera necesario, añade más aceite cuando veas que se baja el nivel porque si las rosquillas tocan la base de la sartén, se queman enseguida. Recuerda que la levadura hará que crezcan mucho, así que deja una buena separación entre ellas al freír. En la imagen te enseño la diferencia de tamaño entre una rosquilla cruda y una frita.

Rosquillas de anís caseras
Preparación de las rosquillasCuando hayan crecido dales la vuelta y cuando se doren déjalas encima de un papel de cocina absorbente para quitar el exceso de aceite. Mientras estén calientes, pásalas por un plato en el que hayas colocado azúcar y rebózalas. Déjalas en un plato o rejilla para que se enfríen. Una vez frías, guárdalas en una caja de lata.


Rosquillas de anís caseras