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viernes, 19 de agosto de 2011

Tu bebé de 5 semanas


Tu bebito está empezando a darse cuenta de que tiene manos con deditos, y pies... ¡también con deditos! Hasta ahora no se había dado cuenta de que tenía manitas y que podía agarrar cosas. Los juegos con las manos o los pies (como el de "Este cerdito fue al mercado...") le ayudarán a prestar atención a sus habilidades, ¡y además son divertidos!

Tu pequeñín también está empezando a usar su voz. Todavía no dice palabras, claro, pero cada vez oirás más "gugus", gruñiditos y gorjeos, que en realidad son el inicio del desarrollo de su capacidad para hablar. Su sonido favorito es la voz humana, particularmente tu voz y la de tu pareja. Háblale cada vez que puedas. Le gustan particularmente las voces con un tono alto y podrás mantener su atención cambiando de un tono alto a uno más bajo. Este estilo de hablar, como si estuvieras cantando, es el que suelen usar los padres de forma natural en todas las culturas para comunicarse con el bebé.

Tu hijo de 23 meses


Tu hijo quizás puede ahora lanzar una pelota alta, aunque la mayoría de las veces no llegará a su punto de destino. La coordinación de brazo completo que le permite lanzarla surge entre los 18 meses y los 3 años.

Si tu hijo no se atreve mucho todavía con juegos de lanzar pelotas, empieza con juegos de hacer rodar la pelota primero, que son más fáciles (prueba hacer rodar la pelota lentamente hacia sus pies). Las pelotas esponjosas y blanditas son estupendas para jugar dentro de casa. Puedes añadir práctica de enceste poniendo un cubo para que trate de tirar la pelota adentro.

¡NO TE LO PIERDAS!

lunes, 8 de agosto de 2011

Lactancia Materna, una práctica rodeada de mitos


Anteriormente, las que enseñaban a amamantar a las recién paridas eran las abuelas, tías o cualquier mujer cercana a la familia. Sin embargo, llegó un momento que ni las abuelas, ni las tías habían amamantado a sus hijos, por lo tanto esa sabiduría popular se fue perdiendo. Sin embargo, lo que siempre está presente son las creencias que han ido pasando de generación en generación y que se han arraigado fuertemente.

En realidad, la gran mayoría de estas creencias son mitos; algunos de ellos favorecen a la madre que está amamantando y fortalecen su confianza natural para amamantar, pero la mayoría obstaculizan el desarrollo de la lactancia y en muchos casos la llevan al fracaso. Es por esto por esto que es clave que los futuros padres se informen sobre cómo funciona la lactancia materna y de esta manera puedan dejar a un lado estas “leyendas urbanas”.


A continuación escogimos algunos de los mitos más comunes en Venezuela, el objetivo es explicar por qué no son ciertos.


Algunas mujeres producen leche de “buena calidad” y otras no: Este es un mito muy común, con mucha frecuencia escuchamos: “tu leche como que no es muy buena”, o al contrario: “parece que tienes buena leche”. Esto es totalmente falso y es uno de los mitos que mayor inseguridad y frustración genera en las madres. El cuerpo humano es un laboratorio perfecto, por lo tanto, la leche producida por todas las mujeres es una leche de excelente calidad que contiene todos los componentes necesarios para el óptimo desarrollo del/la bebé, no hay razones para dudar sobre la perfección de este líquido.


Hay mujeres que son “buenas productoras” de leche, pero hay otras que no: La producción de leche materna es un proceso que está regido por la ley de la oferta y la demanda, es decir, a mayor succión mayor producción de leche. Lo que se necesita para producir suficiente leche es colocar a los/las bebés a comer frecuentemente; de esto dependerá si una mamá tiene o no la leche que su bebé está demandando. Fisiológicamente, todas las mujeres son aptas para garantizar a su bebé la leche necesaria. Por lo tanto, esta premisa es falsa y es muy importante que todas las madres tengan la seguridad que si ellas amamantan a su bebé, a libre demanda, van a tener leche suficiente para cubrir todos sus requerimientos.


El tamaño de los pechos influye en la producción de leche: Este mito está relacionado con el anterior y como ya vimos lo único que garantiza la producción de leche es el estímulo de la glándula mamaria a través de la succión del/la bebé. El tamaño y la forma de los pechos no influyen, de ninguna manera, en que una mujer produzca más o menos leche. Internamente la anatomía de los pechos es igual y por lo tanto todos están en la capacidad para producir leche. Lo que hace que los pechos sean más grandes o más pequeños es la cantidad de tejido adiposo, pero en sí la glándula mamaria, que es la responsable de la producción de la leche, es igual en todos los pechos.


Los/las bebés siempre deben comer de ambos pechos en cada toma: Hoy en día se sabe que es muy importante que el/la bebé termine de tomar del primer pecho, antes de cambiarlo al otro, incluso puede ser que no tome el segundo pecho porque quedó satisfecho con el primero. La leche que sale al final de la mamada es la que contiene mayor calorías y por eso es sumamente importante dejar a los/las bebés del mismo lado hasta que ellos espontáneamente suelten el pecho. Si los/las bebés son cambiados de lado antes de tiempo, los/las bebés recibirán principalmente una leche cuyos componentes, en su mayoría, son agua, carbohidratos y proteínas y esto ocasionará en muchos casos que los/las bebés no queden satisfechos, pierdan peso e incluso que sean más propensos a tener cólicos, lo que no pasará si se les permite recibir esa fase final de la leche cargada principalmente de grasas.


Hay bebés que nunca quedan satisfechos con el pecho: Este es uno de los mitos que mayor fuerza tiene y que hace que muchas mujeres abandonen tempranamente la lactancia materna. Todos los/las bebés recién nacidos tienen un reflejo de succión muy desarrollado que es lo que los hace pedir el pecho, este reflejo es instintivo de todos los mamíferos. Es muy importante dejar que el/la bebé coma durante todo el tiempo que él lo desee, de esta manera estará garantizada la producción de leche y además el/la bebé saciará su necesidad de succión. Hay que entender que al principio, es normal que los/las bebés quieran permanecer mucho rato pegados al pecho y si son amamantados a libre demanda, es decir, cada vez que ellos quieran, sin horario establecido; siempre quedarán satisfechos.


Hay alimentos que aumentan la producción de leche: Es muy frecuente escuchar que alimentos como la cebada, la avena, el papelón, entre otros; contribuyen en aumentar la cantidad de leche. No hay evidencias que demuestren que ningún alimento aumente la producción de leche. Lo único que hará que una mamá tenga suficiente leche es la succión del/la bebé.


Los/las bebés no deben comer muy seguido porque no pueden hacer la digestión: Hay tres aspectos que hacen que los/las bebés amamantados coman frecuentemente. En primer lugar, la facilidad y rapidez con que se digiere la leche materna, luego el reflejo de succión que tienen todos los/las bebés y por último, que los/las bebés amamantados comen, sobretodo al principio, en pequeñas cantidades porque su capacidad gástrica es pequeña y porque el movimiento de la succión los cansa. Por lo tanto, no hay ningún inconveniente en que los/las bebés coman muy seguido y en ningún caso esto va a interrumpir su proceso de digestión.


Después de los seis meses la leche materna no alimenta a los/las bebés: Las evidencias científicas demuestran que la alimentación óptima para un bebé es: “Lactancia materna exclusiva hasta los primeros seis meses de vida, y luego con alimentación complementaria hasta los dos años o más”. Esto nos aclara que la leche materna es el principal alimento para un bebé, incluso después de los seis meses. Los alimentos que el/la bebé comienza a recibir a partir de esa edad son para complementar los requerimientos que la leche ya no cubre. En promedio, la leche materna cubre entre el 70 y 80 por ciento de sus requerimientos desde el sexto mes hasta el noveno, luego hasta los 12 meses alrededor del 60 por ciento y durante el segundo año de vida cubre el 40 por ciento de sus requerimientos. Durante el segundo año de vida, la leche materna le asegura al bebé los ácidos grasos apropiados para continuar con el desarrollo del sistema nervioso y factores de protección que ayudan a la maduración de su sistema inmunológico, ningún otro alimento lo hará como la leche materna.

sábado, 6 de agosto de 2011

Lactancia Materna: el mejor comienzo


Los futuros padres, mamá y papá, tienen el derecho a estar bien informados para que puedan decidir el tipo de alimentación que darán a su bebé. Es importante que conozcan durante el período de la gestación, la diferencia entre dar leche materna y la fórmula artificial.

Las abuelas, abuelos y demás miembros del grupo familiar también tienen derecho a estar informados para que puedan apoyar la decisión que tome la pareja.

¿Por qué la leche materna es la mejor para el bebé?

- Es un alimento natural
- Es el único alimento que el bebé necesita durante los 6 primeros meses de vida, porque cubre todos sus requerimientos nutricionales.
- Contiene anticuerpos especiales que le brindan protección contra infecciones respiratorias, gripe, asma, infecciones de oído, diarreas y otras enfermedades.
- Es de fácil digestión
- Evita el estreñimiento
- Previene alergias
- Después de los 6 meses continúa aportando al bebé nutrientes muy importantes que no están presentes en las fórmulas artificiales
- Ayuda al desarrollo de una dentadura sana y fuerte
- Contribuye al desarrollo de la inteligencia
- Previene la obesidad en la edad adulta

Tu bebé de 3 semanas


Cambios en tu bebé

¡Tu bebé ya casi tiene un mes! ¿Cómo es posible? El tiempo vuela cuando se está creciendo. Para el final de esta semana, tu bebé podría levantar la cabeza brevemente y tal vez moverla de un lado a otro cuando esté acostado boca abajo. Pronto madurará su sistema nervioso, y su control muscular y sus movimientos serán más fluidos.

Aunque aún no lo puedas saber a ciencia cierta, tu bebé probablemente está empezando a desarrollar ciertos patrones para dormir y comer. Pero es probable que todavía sea impredecible durante un mes más aproximadamente.

A tu bebé le gustan las líneas y las formas muy marcadas. Cuelga sobre su cuna o su mesa de cambiar pañales un móvil de colores o formas muy contrastadas y muéstrale libros ilustrados con líneas gruesas.

Lee más datos fascinantes sobre el desarrollo de tu bebé esta semana.

Cambios en tu vida

¿Por qué no ser sincera? Sólo hay una palabra para describir cómo te sientes: agotada. Si te sirve de consuelo, la privación del sueño ha sido desde siempre una cruz en la vida de todos los nuevos padres. Trata de dormir cuando lo hace tu bebé. Te compensará dejar de hacer lo que sea para cerrar los ojos por unos pocos, pero valiosísimos minutos. Este agotamiento pasará con el tiempo. Habla con otros padres para que te digan cómo han afrontado ellos las noches en vela. También puedes leer consejos para fomentar hábitos para dormir de forma saludable (sí, ¡incluso a esta edad!). Saber cómo y por qué los bebés duermen te ayudará a encontrar las maneras de conseguir que tu bebé siga una rutina que todos puedan sobrellevar.

En este estado de agotamiento y falta de sueño, tal vez te resulte imposible creer que esta situación pueda cambiar, pero a medida que tu bebé crezca, sus pautas de sueño comenzarán a tener un ritmo mucho más regular. Sólo debes tener en cuenta que algunos bebés necesitan dormir más y otros menos. ¡Buena suerte!

Consejos de mamás y papás: beneficios del rebozo

"Poner a nuestro bebé en un rebozo o canguro (sling) y pasearlo daba siempre resultado cuando lo queríamos hacer dormir. Su cabeza se acomodaba perfectamente bajo mi mentón. Esta posición lo mantenía bien acurrucado y le permitía sentir los latidos de mi corazón. Cuando tenía una noche muy difícil lo paseábamos mientras tatareábamos y la vibración de nuestra voz y el movimiento funcionaban a las mil maravillas." — Ana